domingo, 18 de diciembre de 2011

LA ADICCION AL AMOR ROMANTICO

Hoy día existen muchas personas, que mantienen o desean relaciones que las saquen del aburrimiento existencial en el que se hallan.
Son personas ávidas de experiencias románticas (viajes, emociones nuevas…) que les haga sentir que el mundo es diferente.
Cuando esto se busca, una y otra vez, se genera una dependencia de la faceta rosa de la relación, de los fuegos artificiales, pero el otro nunca es suficiente y nunca lo será porque para servirme ha de proporcionarme aquello que electrifica mi vida, aquello que me da la chispa de la vida.


Cuando el cuerpo va buscando estas nuevas sensaciones, los centros del placer del cerebro, liberan una hormona muy adictiva: la dopamina (la hormona del placer). Esta sustancia cuando es liberada una y otra vez, crea una dependencia de la persona hacia todo tipo de actividades y experiencias que te den placer y que mejor placer que “el amor romántico”.
Algunos me dirán “¿Pero es malo el romanticismo?” En absoluto. Sentir la magia dentro de una relación es muy importante, pero también lo es el realismo.El romance, tan dulce en la adolescencia, se vuelve amargo cuando intentamos prolongarlo en una filosofía de amor maduro.
El adicto/a se enamora del romanticismo, de aquello que el otro le da, de lo que le proporciona (viajes, cenas, veladas, sitios y lugares exóticos, la conquista permanente,…). El adicto al romanticismo vive enamorado de cosas banales, de frivolidades y se deja comprar por la frivolidad.
Pero esto no es amor y tiene fecha de caducidad, ya que el adicto/a al amor, nunca examina las ilusiones que acompañan a la idea romántica del amor.


Los románticos incurables nunca se enfrentan a sus propias ilusiones, nunca van más allá de la fachada de plástico y se dejan llevar continuamente por la seducción material.
La adicta se deja influir por una persona en función de lo que este representa, no de lo que esa persona es:
- Dinero
- Poder
- Invitaciones a lugares majestuosos
- Viajes
- Casas, coches
- Regalos continuos que la hacen sentir valiosa
Todos sabemos que a lo largo de la historia, mujeres falta de recursos, mantienen relaciones con hombres adinerados, famosos y que les permite tener y llevar una vida fácil, siendo totalmente mantenidas, y que dan un valor exagerado al prestigio y dinero que puede ofrecer ese hombre.
Esos hombres conscientes de la fragilidad psicológica de este tipo de mujeres, que se dejan embelesar por la magia de una velada romántica, comprenden en seguida, lo fácil que es “comprarlas”. El hombre despliega todos sus encantos, todo su arsenal de romanticismo hasta poco a poco ir consiguiendo un “sutil secuestro” de la mujer.
A la mayoría de los hombres les importa 1000 veces más el aspecto físico que la cuenta bancaria de una mujer.
Cuando una mujer le cuenta a una amiga que está saliendo con un hombre nuevo, la amiga, lo primero que suele preguntarle es: ¿Cómo se gana la vida? ¿En que trabaja? ¿A que se dedica?
Cuando un hombre le cuenta a un amigo que está saliendo con una chica nueva, lo primero que suele preguntarle es: ¿Cómo está? ¿Está buena?
Una vez que la fascinación inicial se desvanece, la persona tiene que enfrentarse a la forma de ser real de su pareja, y como suele ocurrir, muchas veces, esta forma de ser gusta bien poco.
¿Cuáles son los peligros de la adicción al amor romántico?
-Dejarse arrastrar por la seducción material
-Instalarse en la magia y en la zona rosa del amor
-La persona deja de ser selectiva en cuanto a quien escoge
-La persona vive en una nube seducida por apasionantes viajes, regalos caros y mucho romanticismo (velas, vinos, alfombras…)
-La persona establece relaciones equivocadas con el hombre equivocado porque sigue principios equivocados
-Adicción a un estilo de vida frívolo y carente de profundidad
-Falta de madurez y realismo de lo que significa verdaderamente el amor

Por consiguiente, el Amor requiere de romanticismo pero también de realismo. El Amor requiere de madurez psicológica, donde se lucha por la persona y cuanto menos, se evita hacerle daño. Cuando se ama, se procura no dañar la tranquilidad de la persona amada. Es muy importante que la persona cuestione su propia visión idealizada del amor y fundamente su vida en unos principios más reales. La serenata bajo la ventana es bonita, pero pretender o necesitar continuamente de la serenata denota un vacío y una carencia que sólo encuentra satisfacción a través de otros caminos.



Javier Vergara
Psicólogo

domingo, 4 de diciembre de 2011

DORMIR REFUERZA EL SISTEMA INMUNOLOGICO

Las especies animales que más horas duermen tienen una mayor concentración de leucocitos en sangre y sufren menos infecciones, lo que ha llevado a un equipo científico a asegurar que el sueño sirve para reforzar el sistema inmunológico.
Para llegar a esta conclusión, los científicos compararon los tiempos de sueño, la concentración de leucocitos en sangre y el parasitismo de más de 30 especies de mamíferos, entre ellas zorros, erizos, focas, babuinos y elefantes.


Los organismos duermen más cuando están enfermos y necesitan preparar una respuesta inmunológica. Las especies más dormilonas llegan a tener una concentración de leucocitos seis veces mayor y un parasitismo 24 veces menor que los propios de los animales que menos horas pasan durmiendo.
Mientras están despiertos, los animales deben hacer frente a múltiples demandas, como buscar comida, encontrar compañeros y proveer cuidado parental. Cuando están dormidos, los animales no llevan a cabo esas actividades costosas y por tanto pueden asignar recursos a las defensas naturales del cuerpo.
Los animales que duermen en lugares seguros, como guaridas o madrigueras, amplían sus horas de sueño.
La importancia inmunológica de dormir, es clara. Una forma práctica y fácil de evitar los resfriados e infecciones: descansar adecuadamente durante la noche.
El sistema inmunológico de una persona descansada puede crear una respuesta más fuerte ante la invasión de virus que el de otra que ha dormido poco.
En un estudio controlado, el doctor Jan Born y sus colaboradores, midieron repetidamente los niveles de anticuerpos contra la hepatitis A en la sangre de 19 hombres y mujeres hasta 28 días después de la vacunación. La mitad del grupo durmió toda la noche después de haber sido inmunizado, y el resto se mantuvo despierto durante esas horas y todo el día siguiente, hasta que anocheció.
Durante cuatro semanas después, el grupo que descansó bien presentó casi el doble de anticuerpos que aquellos participantes que no durmieron lo suficiente.
"Nuestros resultados son sorprendentes ya que se observó una disminución del nivel de anticuerpos después de haber permanecido tan sólo una noche de insomnio", explica el Dr. Born de la Universidad de Luebeck.
Una mala calidad de sueño afecta a nuestro sistema inmune, pero ¿que ocurre realmente cuando dormimos mal?. Dormir mal se asocia a una cantidad de trastornos, principalmente psicológicos (irritabilidad, ansiedad, depresión, etc.). Numerosos estudios muestran que los linfocitos T disminuyen cuando existe privación de sueño y que, a su vez, aumentan las citoquinas pro-inflamatorias. Estas circunstancias son las que provocan una mayor predisposición para la infección.
En definitiva, cuanto más trasnoches, tienes más probabilidades de que tu cuerpo no reaccione apropiadamente a las infecciones.
Vivimos en una sociedad muy estresante y estresada, en el que todo el mundo tiene millones de cosas que hacer al mismo tiempo y nos da la impresión que dormir es una pérdida de tiempo. Sin embargo, dormir bien es una pieza clave en una vida sana, tan importante como no fumar, tener una dieta sana, hacer ejercicio...
Todo ello repercute en nuestro bienestar psicológico y emocional. El cerebro debe estar suficientemente descansado para poder hacer frente a las múltiples demandas de esta sociedad de alta velocidad tecnológica y donde las prisas, el stress, la impaciencia, el ruido continuo de las calles, los conflictos familiares, el paro, la crisis mundial, la contaminación, miles de horas frente al ordenador...perturban nuestro sistema nervioso ya de por sí, activado
A partir de ahora, descansa,rie, sonríe, relájate, medita, pasea, tomate la vida con calma, está con la familia, practica deporte y `por favor, duermeeeeeeeeeee....tu cuerpo te lo agradecerá.



Javier Vergara
Psicólogo